La mágica travesía sonora de Tigran Hamasyan

Los amantes del jazz tuvieron anoche el privilegio de presenciar la esperada primera presentación en Argentina del virtuoso pianista Tigran Hamasyan. Acompañado por el talentoso bajista Sam Minaie y el enérgico baterista Arthur Hnatek, el trío nos sumergió en un universo musical cautivador en el histórico Teatro Broadway, ubicado en la emblemática calle Corrientes. Esta presentación, organizada por la misma productora que trajo a Snarky Puppy el día anterior en el Luna Park, dejó una huella imborrable en el público asistente, que ovacionaron a los músicos con una admiración palpable.

La velada comenzó con el eco de la exitosa actuación de Snarky Puppy aún resonando en el aire, y la conexión entre ambos espectáculos se hizo evidente cuando Tigran Hamasyan se unió a la banda en el Luna Park para interpretar un tema conjuntamente. Este encuentro sorpresa creó una atmósfera de anticipación y emoción entre los fanáticos del jazz, que esperaban ansiosos el debut de Hamasyan en solitario.

A pesar de un pequeño contratiempo con el ingreso del público, que demoró el comienzo del show, una vez que las luces se atenuaron y los primeros acordes del piano resonaron en el teatro, el ambiente se llenó de magia. La diversidad de sonidos y estilos musicales presentes en el repertorio de Hamasyan fue un reflejo de su álbum más reciente, «The Call Within», así como de trabajos anteriores, fusionando influencias de jazz contemporáneo, rock progresivo y su rica herencia musical armenia.

El bajo de Sam Minaie proporcionó una base sólida y melódica, acompañando de manera precisa y sensible las exploraciones del líder. Mientras tanto, Arthur Hnatek, en la batería, desplegó una destreza impresionante y se adueñó del escenario en momentos clave, enriqueciendo la experiencia sonora con su enérgico despliegue rítmico.

La improvisación fue uno de los aspectos destacados de la actuación de Hamasyan y su trío. Los músicos se sumergieron en largas y fascinantes exploraciones musicales, dejando espacio para la libre expresión y creando momentos de verdadera magia en el escenario. Esta capacidad de improvisación, sumada a la habilidad técnica de los músicos, dejó al público maravillado y conectado profundamente con la música.

Es importante destacar que el evento atrajo no solo a seguidores de Tigran Hamasyan, sino también a reconocidas figuras del jazz argentino, lo que le dio un carácter especializado y generó un ambiente de camaradería musical. La presencia de estas figuras destacadas del ámbito local enfatizó la importancia y el impacto del concierto, convirtiéndolo en un evento imperdible para la escena jazzística argentina.

Como un dato para resaltar la magnitud del impacto de esta presentación, es importante mencionar que la ovación del público fue tan fervorosa y apasionada que logró que los músicos regresaran al escenario en tres ocasiones, realizando un triple encore. Este humilde escritor, que ha tenido el privilegio de presenciar numerosos conciertos de jazz en el país a lo largo de los años, no recuerda un suceso similar desde el último show de Brad Mehldau con Larry Grenadier y Jeff Ballard, hace casi una década.

Texto e imágenes: Daniel Ayala.

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